Llega el otoño, el verano ya está olvidado y empezamos a planear una escapada otoñal, aprovechando la caída de las hojas... ¿Qué te parece conocer, vivir y degustar una ciudad que está más que nunca de moda como es el París del norte?
Amberes,
ciudad
famosa por ser el Centro Mundial del Diamante y por Pieter Paul Rubens, es este año más que nunca
una ciudad de moda y dedicada a la moda, ya que su Academia, la más
antigua de los Países Bajos está de celebración ya que en 2013 conmemora
su 350 aniversario.
Un
paseo por sus calles para dejarse engatusar por los escaparates donde se mezclan las marcas más exclusivas con los innovadores y vanguardistas muestrarios de los ‘afortunados’ que han
podido estudiar en sus aulas. Por eso, la ciudad se ha convertido en una ciudad
de moda y para la moda, ya que en cada esquina o plaza lo ‘fashion’ está
patente…
Y es que esta ciudad flamenca, en la que conviven modernidad y diseño con la historia, sorprende la gran cantidad
de tiendas de moda y eso que cuenta con una tradición textil que se remonta al Siglo XIV.
Los impulsores de esta tendencia son los "Seis
de Amberes" (Dirk Bikkembergs, Ann Demeulemeester, Walter Van
Beirendonck, Dries Van Noten, Dirk Van Saene y Marina Yee), seis diseñadores
que han adquirido fama internacional y que actualmente cuentan con tiendas repartidas
por todo el mundo.
Sin embargo, el diseño no
sólo es la ropa porque merece también la pena recorrer sus calles para
encontrar tiendas de diseño de cara a renovar el hogar o dar un toque ‘chic’
para diferenciarla y ponerla a la última. Es una ciudad ideal para una ‘fashion
victim’.
ModeNatie, el centro de la moda de Amberes, alberga
la asociación sin ánimo de lucro FFI (Flanders Fashion Institute), el
Museo de la Moda
(MoMu) y el departamento de moda de la Real Academia de
Bellas Artes de la ciudad.
Pero
no todo es ir de ‘shopping’ también merece la pena alejarse de la zona
comercial para adentrarse en la historia de esta bella ciudad como su Grote Markt, una
joya con sus edificios gremiales de los siglos XVI y XVII y su Ayuntamiento, que
figuran entre los lugares más bonitos de la ciudad.
No se
puede obviar su catedral, donde se pueden admirar obrar de Rubens. Y es
que decir Amberes también es decir Pieter Paul Rubens. Aunque el pintor
nació en Alemania, gran parte de su vida la pasó en Amberes, ciudad de
procedencia de sus padres. Allí está su casa-taller, hoy convertida en un
museo donde se pueden apreciar algunas de sus obras maestras.
Tampoco se nos puede pasar por alto una de las nuevas joyas de la ciudad, el
Museum
Aan de Stroom, o más conocido como el MAS. Una sala cultural de varias
plantas, que cuenta con exposiciones itinerantes –algunas de moda-- y que tiene
como gran aliciente las bonitas instantáneas que se pueden sacar desde el
mirador de la última planta.
Y tras
un día de compras y de visitas turísticas nunca viene mal pararse y tomarse un
respiro para saborear y disfrutar de las vistas. ¿Qué mejor que convertirse en
un ciudadano de Amberes y sentarse en alguna de las terrazas del Grote Mark y
degustar una De Koninck? Eso sí, para parecer una más lo mejor es que al
camarero le pidas una ‘bolleke’, llamada así por la forma redondeada de la copa
en la se sirve…
Así que buen provecho y a disfrutar de la ciudad de moda...